¡Adaptarse o extinguirse!
Solo es un proceso.
¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!
Este es un fragmento del poema Reir llorando de Juan de Dios Peza, que narra de una manera triste la lenta agonía y sufrimiento del actor de origen inglés Garrik. Existen muchos males que aquejan al ser humano de la actualidad, según Organización Mundial de la Salud aproximadamente más de 300 millones de personas sufre de depresión y unas 260 millones de personas tiene trastornos de ansiedad.
Los cambios en la vida social se vieron transformados con el surgimiento de tecnologías de la información (televisión, radio, internet, teléfono), sin embargo la salud mental ha sido de igual forma afectada. En épocas pasadas se tenía conocimiento de lo que ocurría solamente en las aldeas o ciudades cercanas. La globalización ha dado paso a que podamos conocer lo que ocurre cualquier parte del planeta en segundos.
Al abrirse el abanico de información global se generó una necesidad de consumo increíble. Para tener una idea más clara, solo en la red social WhatsApp se procesan alrededor de 60 millones de mensajes en un minuto. No existe ser humano capaz de procesar esa cantidad de información, el problema está en la calidad de información consumida.
Ahora bien, no todo es culpa de la tecnología. La estabilidad y desarrollo de la humanidad ha sido gracias a los avances realizados hasta la fecha, por lo menos de los últimos 70 años. Vivir rodeados de dispositivos conectados a la red ha generado un impacto de proporciones no imaginadas y ha sido difícil procesarlo.
La ansiedad no es una enfermedad de nuestros tiempos, la investigación que dio inicio a su conocimiento data desde 1985. El mal uso de herramientas y servicios tecnológicos ha sido un catalizador para que se de un aumento considerable de este tipo de trastornos.
Tener una vida saludable tanto en lo físico como en lo mental es hoy en día un motivo de preocupación general. Pero, es inevitable seguir viviendo en un entorno cada vez más digital. Las tecnologías crecen de forma exponencial y al ser humano le tocará aprender a lidiar con todo lo que se avecina. Esto recién empieza.
La única forma de adaptación será siendo lo más "computerizables" posibles. En la actualidad se puede considerar que existen seres humanos biónicos, es decir que tienen incrustados algún dispositivo que permite potenciar sus capacidades, esto casi siempre para mejorar su salud (Lentes, marcapasos, brazos robóticos, etc). Pero ¿Llegará el día que esto sea una obligación?. Puede ser, entonces todos estos males y trastornos serán vistos como un proceso de transición hacia un nuevo tipo de ser humano, uno mejorado.
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